• Santa Mónica oró para que su hijo Agustín conociera a Jesús ... ¡y ahora él también es San Agustín! (Sus días de fiesta consecutivos son esta semana).
• Santa Teresita de Lisieux oró por un criminal condenado y se acercó a Jesús antes de morir.
• Mi abuela oró por mí ... ¡y me hice sacerdote! (Entonces hay esperanza para cualquiera... )

La oración por los demás es poderosa. No es magia, no siempre "obtenemos lo que deseamos." Pero misteriosamente, asombrosamente, especialmente cuando la otra persona está lista para cooperar con la gracia de Dios, Jesús claramente nos asegura que nuestra oración de intercesión hace una diferencia.

Así que quiero pedirte que ores conmigo en algo llamado "Campaña de Oración 11:02". Así es como funciona:

• La campaña está inspirada en la oración de Jesús, el Padre Nuestro, que comienza con Lucas 11:2: "Venga tu Reino ..."
• Faltan 4 semanas para que comience nuestra próxima serie de Alpha en San Rafael, el 24 de septiembre.
• Queremos invitar a más personas que nunca antes para que, prueben a Alpha: a los feligreses y especialmente a las personas en nuestra área que no asisten a ningún iglesia. Ustedes, los laicos, son los mejores para invitar a personas que conocen fuera de la iglesia.
• Voluntarios estarán en el atrio este fin de semana y el próximo con tarjetas postales de 11:02.
• Tome una tarjeta postal y escriba los nombres de tres personas a las que te gustaría ver explorar la fe, y a quienes podrías invitar a probar Alpha este otoño.
• Programe una alarma a las 11:02 a.m. cada día durante los próximos 21 días, y ore brevemente por estas personas cada día (...en tus propias palabras, con un Padre Nuestro, como quieras).
• Sé abierto y expectante para ver cómo Dios podría usarte...busca la oportunidad en los próximos 21 días para invitar a esas tres personas a probar Alpha.

Vea las siguientes dos páginas para obtener más información sobre la Campaña de oración 11:02, y algunos puntos de conversación para ayudarle a hacer las invitaciones.

La oración por los demás es poderosa. Y una simple invitación puede marcar una gran diferencia en la vida de alguien. Padre, venga tu reino!

Rezando e invitando contigo,
P. Felipe Hurley, S.J.
Párroco