Do not forget to show hospitality to strangers, for by so doing some people have shown hospitality to angels without knowing it. ~Hebrews 13:2
Over the past year I’ve heard from so many people who have reached out to let us know how warmly welcomed they felt coming to Mass at St. Raphael!
Hats off to our Welcome Ministry who just about one year ago re-booted things with new ways of making people feel welcomed, such as welcome ministers at the doors and in the atrium, welcome tables, connect cards and gift bags for newcomers. We also began having the presiding priest welcome newcomers and introduce himself for their benefit. We started the custom of prayer partners at Mass around the same time - holding another person by name in our hearts during Mass. All this has changed lives… literally. New people are part of our community now and connected with God and others in a way they wouldn’t have been otherwise. Thanks to all of you for your part in that!
Some people were shocked at how Jesus welcomed people, even reaching out to people who were not very “religious.” He sat down and ate with sinners and prostitutes. He struck up conversations with people who were looked down upon, like Zacchaeus . He entered into conversation with a Samaritan (read “foreign person to be avoided”) woman.
When we welcome others, like Jesus, as his disciples, we can change lives. The lives of others, and our own. And what’s great is that we don’t have to “have it all together” to do so. The Church is not a museum for perfect people to be on exhibit… it’s a messy, active field hospital for wounded people. People like you and me, and like the people in our city whom we can invite and welcome to join us. The very fact that we’re an imperfect parish full of imperfect people, seeking the power of Jesus to transform us, is what can actually help people to feel perfectly at home!
This weekend’s first “Nametag Sunday” is another small way to help us welcome each other warmly, by name, as the Lord gathers us together and feeds us with the power of his Word and Sacrament. Thanks for giving it a try!
In Jesus’ name,
Fr. Phil Hurley, S.J.
Pastor
No olviden la hospitalidad, pues gracias a ella algunos hospedaron sin saberlo, a ángeles ~Hebreos 13: 2
¡Durante este año que termina, he escuchado a muchas personas llamar para decirnos sobre la cálida bienvenida que sintieron cuando asistieron a Misa en San Rafael!
Le damos las gracias a nuestro Ministerio de Bienvenida, que hace aproximadamente un año reinició con nuevas ideas para hacer sentirse a las personas bienvenidas: como la presencia de ministros de bienvenida en las puertas y en el atrio, asi como mesas de bienvenida, tarjetas de conexión y bolsas de regalo para los recién llegados. También le pidió a los sacerdotes que al empezar la misa se presentaran y dieran la bienvenida a los recién llegados. Casi al mismo tiempo, comenzamos la costumbre de “compañeros de oración” en la Misa, con la que guardamos el nombre de otra persona en nuestro corazón durante la Misa. Todo esto ha cambiado vidas... literalmente. Tenemos miembros nuevos en nuestra comunidad que se han conectados con Dios y con otros gracias a toda esas muestras de bienvenida. ¡Gracias a todos por su contribución a ello!
Algunos se sorprendieron de cómo Jesús daba la bienvenida a las personas, aun cuando no eran muy "religiosas". Se sentó y comió con pecadores y prostitutas; entabló conversaciones con personas que eran menospreciadas, como Zaqueo; entabló conversación con una mujer Samaritana (léase "persona extranjera a evitar").
Cuando damos la bienvenida a otros, al estilo de Jesús y sus discípulos, podemos cambiar vidas: la vida de los demás y la nuestra. Y lo bueno es que no tenemos que "estar perfectamente preparados" para hacerlo. La Iglesia no es un museo que exhibe personas perfectas... es un hospital de campaña desordenado y activo para personas heridas. Personas como tú y como yo, y como las personas en nuestra ciudad a quienes podemos dar la bienvenida e invitar a unirse a nosotros. ¡El hecho de ser una parroquia imperfecta llena de personas imperfectas, que busca el poder de Jesús para transformarse, es lo que realmente puede ayudar a las personas a sentirse perfectamente en casa!
El primer "Domingo de Gafetes con Nombre" de este fin de semana es otra manera de ayudar a darnos una cálida bienvenida, por nombre, mientras el Señor nos reúne y nos alimenta con el poder de su Palabra y Sacramento. ¡Gracias por intentarlo!
En el nombre de Jesús,
P. Felipe Hurley, S.J.
Párroco