Jesús se acercó y les dijo... Ve, por lo tanto, y haz discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo que te he mandado. Y he aquí, yo estoy contigo siempre, hasta el fin de los tiempos. - Mateo 28: 16-20
¿Por qué invitar a las personas a un encuentro con Jesús? Respuesta breve: porque Jesús nos lo pide. Entre todos los versículos Bíblicos que en los que Jesús da una misión concisa a su Iglesia, destaca el versículo arriba (Mateo 28: 16-20) donde Jesús nos encarga: Ve ... haz ... bautiza ... enseña.
El padre James Mallon, en su libro Una Renovación Divina, señala que el verbo principal de ese versículo en la versión griega es matheteusate: literalmente, "¡haz discípulos!"
¿Qué es un discípulo? Es alguien que se compromete a aprender intencional y continuamente de un maestro. Seguir a un maestro así implica que le conocemos y amamos. Por tanto, un discípulo de Jesús 1) ha encontrado y llegado a conocer y amar a Jesús personalmente, y 2) se ha comprometido intencionalmente en seguirlo de por vida. Jesús nos invita a todos a conocerlo personalmente para luego decidirnos consciente a seguirlo. Luego nos pide que hagamos más discípulos. ¿Pero cómo?
Primero: Ve. Saliendo de la Iglesia al terminar la Misa, dejando nuestros temores y comodidades, a encontrar todos aquellos en nuestras vidas que aún no conocen a Jesús, para invitarlos a encontrarse con Él. Podrían tratarse de vecinos, compañeros de trabajo o de un equipo deportivo, o quienquiera que Dios haya puesto en nuestras vidas. Aquellos que aceptan la invitación y terminan conociendo y amando a Jesús, después pueden bautizarse (y celebrar los otros sacramentos) y podemos enseñarles todo lo que implica una vida con Jesús en su Iglesia.
Todo esto suena sencillo pero implica un gran desafío especialmente en nuestros tiempos. Sherry Weddell en su libro Formación de Discípulos Intencionales, menciona que una "afiliación religiosa" en aumento en los Estados Unidos son los "ningunos", quienes responden "ninguna" cuando se les pregunta a qué religión pertenecen. Pero, Sherry también señala que muchos “ningunos” podrían creer en Dios, o estarían dispuestos a creer y a unirse a una iglesia, si encontraran a una que los atraiga. ¡Esto es una gran oportunidad para ir e invitar a las personas a dar un primer paso para conocer a Jesús!
Hemos hablado estas semanas sobre orar e invitar intencionalmente a personas que conozcamos para que asistan a Alpha en San Rafael a partir del 24 de septiembre. Cada sesión de Alpha ofrece una comida, un video sobre la vida y la fe, y una conversación abierta. Esta es una oportunidad para que las personas se puedan encontrar con Jesús personalmente por primera vez, o para que renueven su relación con Él (como lo hice cuando asistí a Alpha). En resumen, Alpha es un instrumento concreto disponible en San Rafael, tanto en español como en inglés, para hacer discípulos como Jesús nos pide. Es un primer paso para invitar a las personas confiándoselas a Dios.
Pero para que funcione, primero tenemos que ir e invitar... ¡Lo cual si es sencillo! Busque en saintraphael.org boletines anteriores y otros recursos de Alpha sobre como orar por las personas, y como hacer una invitación simple y sin presión. Puede ser tan fácil como: “Fíjate que tenemos algo en mi iglesia que se llama Alpha: es una cena gratis, una película breve y una conversación abierta sobre grandes preguntas sobre la vida y la fe. Creo que lo encontrarás interesante. ¿Por qué no te animas a ir aunque sea una vez?”
¿Y tú? ¿Te animas junto conmigo a hacer unas invitaciones este mes?
P. Felipe Hurley, S.J.
Párroco