Los proclamadores proclaman la primera y segunda lectura de las Escrituras durante la Liturgia de la Palabra y leen los anuncios al principio y al final de la Misa. En ausencia de un diácono, llevan el Libro de los Evangelios en la procesión y leen en voz alta las intenciones de la Oración Universal. Los lectores proclaman las Escrituras en las liturgias, los Días Santos y otros días especiales.
Son bienvenidos a unirse a este ministerio desde jóvenes en la escuela secundaria hasta adultos.