Los sacristanes preparan todo lo necesario para la celebración de la Misa y coordinan con el sacerdote, el diácono y los voluntarios del ministerio litúrgico para asegurarse que se atiendan todos los roles. Los sacristanes tienen tres funciones principales: oficial de seguridad (de la sacristía y, lo más importante, de la Eucaristía), preparación y limpieza de la misa y coordinador de misa. Usted cumplirá los tres roles cada vez que sea Sacristán, aunque algunos de los roles pueden desempeñar un papel más importante que otros, dependiendo de la Misa.